Esfera Celeste
La esfera celeste es como una enorme bóveda imaginaria que nos rodea, sobre la que parecen estar pegadas todas las estrellas y objetos astronómicos, dándonos la sensación de que están a la misma distancia de nosotros. Según cómo se mire, esta esfera puede tener distintos centros: puede ser geocéntrica (centrada en la Tierra), local (centrada en quien observa) o heliocéntrica (centrada en el Sol).
La idea de la esfera celeste se remonta a la antigua cosmología ptolemaica, que imaginaba las estrellas y planetas fijados en enormes esferas de cristal girando alrededor de la Tierra. Aunque la astronomía moderna ha dejado atrás esa visión, la esfera celeste sigue siendo una herramienta fundamental para orientarnos y describir el cielo tal como lo vemos desde nuestro planeta.
En la esfera celeste, el observador se sitúa justo en el centro. Desde ese punto de vista, las estrellas y planetas parecen girar a tu alrededor. Dos puntos clave para ubicarse son los polos celestes, que prolongan el eje de rotación terrestre hacia el espacio, y el ecuador celeste, un gran círculo imaginario situado a medio camino entre ambos polos. El ecuador celeste divide el cielo en hemisferio norte y hemisferio sur. Los círculos que corren paralelos a él se llaman paralelos celestes.

Otros círculos importantes en esta esfera son los meridianos celestes, grandes círculos que pasan por los dos polos celestes, y los paralelos celestes, que son círculos más pequeños paralelos al ecuador celeste. Otro gran protagonista es la eclíptica, el recorrido aparente que sigue el Sol en el cielo a lo largo del año. La eclíptica está inclinada unos 23° respecto al ecuador celeste. Los puntos donde se cruza con el ecuador se llaman puntos equinocciales.

Desde tu lugar en la Tierra, el cenit es el punto del cielo que está justo encima de ti. El nadir es exactamente el punto opuesto, bajo tus pies. El plano perpendicular a la línea vertical que va del centro de la Tierra al observador y que corta la esfera celeste se conoce como horizonte (también llamado horizonte celeste o astronómico).

Todos los círculos que son perpendiculares al horizonte celeste y pasan por el cenit y el nadir se llaman círculos verticales. A diferencia de los meridianos celestes, estos círculos no atraviesan los polos celestes. El círculo vertical que une el Este (E) y el Oeste (W) recibe el nombre de círculo vertical principal.

¿Y cuál es la diferencia entre el Cenit/Nadir y los polos celestes? El cenit y el nadir cambian según dónde te encuentres en la Tierra, porque son puntos únicos de tu ubicación concreta. En cambio, los polos celestes están definidos por el eje de rotación de la Tierra y permanecen fijos en el cielo, sin importar en qué lugar estés. En pocas palabras, el cenit y el nadir se mueven contigo, mientras que los polos celestes son invariables para todos los observadores.
Para ubicar con precisión la posición de las estrellas y de otros objetos en el cielo, los astrónomos utilizan sistemas de coordenadas basados en estos puntos de referencia. Otro elemento clave es el horizonte astronómico: el plano perpendicular a la línea vertical que une el centro de la Tierra con el observador. Esta línea vertical corta la esfera celeste en dos puntos fundamentales: el cenit arriba y el nadir abajo.
La mayoría de las estrellas que vemos en el cielo nocturno son lo que los astrónomos llaman estrellas fijas. Estas mantienen siempre la misma posición relativa unas respecto a otras en la esfera celeste, sirviendo de fondo estable para seguir los movimientos de otros cuerpos celestes. Estas estrellas se agrupan en constelaciones, que han orientado a exploradores y apasionados del cielo durante miles de años.
